lunes, 28 de abril de 2008

Germanus

Hoy ha sido un día algo especial, además de continuar visitando centros comerciales en busca del mobiliario que llenará nuestras vidas por algún tiempo, he recibido una carta de mi querido hermano.
En los tiempos que corren ya es extraño recibir alguna misiva de alguien.
La tecnología que nos rodea hace que perdamos parte del romanticismo y del efecto que tienen las palabras escritas en papel.
Como bien me ha recordado Fran, en una hoja se puede llorar, en una pantalla no.
Quisiera plasmar en este blog un alegre recuerdo para una de las personas más especiales en mi vida y con la que comparto tantos sentimientos semejantes.

Pregunta a la Luna que ella te dará las respuestas a muchas de tus cuestiones. Ya he hablado con ella.

1 comentario:

Antonio Illán dijo...

Yo creo que el llanto no es solo la lágrima. Hay un llanto hondo que es incluso alegre que toma forma de palabra, de gesto, de caricia o de silencio. Hay un llanto de lágrimas calientes como piedras de volcán que no se desliza por las mejillas, pero que puede verse en el cristal de los ojos.
¡Que nos gane el llanto de la alegría!
Bueno y contad algo de los muebles.
Saludos. Hay mucya gente que os sigue por el blog. El tío Ramón, de Consuegra, también lo ha visto.
Un abrazo.