viernes, 24 de octubre de 2008

Leed el Blog de Rosa

Hola Amigos!!
Tras el viaje a Nepal estoy que no doy a basto.
He tenido una semana bastante ajetreada, así que poco tiempo para escribir.
Os remito al blog de Rosa para que podáis ver algunas fotos.
Las fotillos de Nepal todavía están por llegar.
Hay un apertivo en forma de vídeos:

Viajando en lo alto de un autobús:



Rosa y Pachi se bañan con un elefante en el parque natural de Chitwan:



En este enlace tenéis un adelanto:

Mañana vamos a pillar unos Quads para ir por el desierto...
La aventura promete!!

Hasta pronto!

viernes, 3 de octubre de 2008

Visita a Omán


Tras el mes de ayuno islámico, el ramadán, llega el Eid.
Esto son unos días de vacaciones que sirven para recuperar fuerzas antes de retomar la actividad normal.
El comienzo del Eid es indeterminado y depende de cómo y cuando salga la luna.
Así que la gente, sobre todo los no musulmanes, tienen que hacer planes de vacaciones si saber qué días serán los que finalmente serán feriados.
Yo pregunté a 3 personas de la oficina y cada uno me dio una respuesta diferente sobre el comienzo del Eid.
El caso es que estamos de vacas y nos duran hasta el Domingo.
El Martes llegaron de España Rocío, la hermana de Rosa y su amiga Patricia (Patxi).
Van  a estar con nosotros unos días y nos iremos juntos a Nepal.
Ya os contaré nuestras andanzas por allí.
Hoy toca publicar algo sobre nuestra reciente visita a Omán.
Omán es un país fronterizo con Emiratos Árabes, así que no nos llevó mucho tiempo el viaje.
Sin embargo, pasamos más de 3 horas para pasar la frontera.
MÁS DE TRES HORAS!! fue toda una odiesa a pleno sol.
Tuvimos que esperar tres colas, para rellenar diversos formularios y obtener sellos.
Algunos llegaban con más de 15 pasaportes en la mano.
Por fin tras una buena dosis de paciencia y frustración conseguimos pasar.
Antes tuvimos que pagar las visas y el seguro adicional del coche.
Para más inri, en la última cola nos cobraron, pero se les olvidó sellar 2 de los 4 pasaportes.
Así que Rosa, más cabreada que un mandril furioso, se volvió a la caseta de la aduana y abrió la puerta lateral y exigió que se lo sellaran de inmediato. Mano de santo, pusieron el sello sin rechistar. VIA LIBRE!

Como habíamos perdido medio día y la noche se acercaba, comenzamos a buscar la playa donde íbamos a acampar.
Por fin, cuando quedaba poca luz, encontramos el camino que conducía a nuestro destino.
Era una rudimentaria pista excavada en la roca.

Foto del camino de bajada a la playa (tomada a la mañana siguiente)

Montamos las tiendas de campaña y tras la cena nos dispusimos a dormir.
En la playa encotramos que teníamos abundante compañía.
Por lo visto un nutrido grupo de árabes e indios habían elegido el mismo lugar que nosotros para pasar la noche.
Además iban demasiado preparados, llevaban generadores de luz, que hacían ruido y estuvieron tirando cohetes toda la noche.
El lugar era precioso, con una vista increíble de las estrellas.
Sin emabargo, estaba poco cuidado, con basuras y guarrería. Esto es la tónica aquí,  donde no cuidan nada el medio natural.
Yo me salí de la tienda sudando como un pollo y me tumbé fuera con el saco.
Me clavaba las piedras y no podía dormir, así que acabé metido en la parte trasera del coche hasta que me despertaron unas cabras.

Foto de grupo tras la acampada (Rosa, Patxi, Rocío y Mario)

A la mañana siguiente recogimos todo y salimos en busca de otra playa más limpria y tranquila.
Todos necesitábamos un baño.
Estuvimos visitando una antigua fortaleza y unos pueblos bastante desolados de alrededor.
Lo único que se veía por las calles eran cabras sueltas.

Vistas desde lo alto de una fortaleza

Por la tarde y tras reponer fuerzas realizamos un crucero por aguas omaníes.
Las vistas eran preciosas y nos cruzamos con grupo de delfines que saltaban saludando.
Como curiosidad, nos dieron a elegir entre un crucero "con indios" o un crucero "sin indios".
Los de indios eran más baratos y estaban abarrotados. Finalmente optamos por menos económico. Sólo íbamos nosotros cuatro y 4 alemanes. Así que teníamos barco de sobra.
El patrón hizo una parada para que bajásemos a bucear.
Lo pasamos muy bien recorriendo el fondo y viendo corales, peces de todo tipo, erizos, etc.
El agua estaba limpia aunque se notaba que el medio estaba muy degradado por un turismo poco respetuoso con el medio. Corales arrancados, almejas muertas y todo como arrasado.
Aún así mereció la pena y volvimos todos contentos y cansados.