Me quedé sin Abuelos

Hoy he perdido al único abuelo que me quedaba.
Mi abuelo Atanasio ha pasado sus últimos años sin memoria y vivendo en el mundo paralelo del Alzheimer.
El buen hombre ya descansa, y por lo que me cuenta la familia, el tránsito fue tranquilo.
Olvidando los últimos años en los que la enfermedad fue apagándole, Atanasio siempre fue un hombre fuerte y vivo.
Una persona de gran energía y en constante actividad.
De constitución atlética, fue portero de renombre y casi fichó por el Atlético de Aviación.
Tuvo 8 hijos y varias decenas de nietos.
Solía jugar con nosotros al fútbol y a veces nos deleitaba con sus típicas paradas zamoranas.
Le gustaba contar chistes y mandaba callar a todos para tener la atención del auditorio completo.
Fue un hombre muy emprendedor. Tuvo la primera autoescuela del pueblo.
También tuvo varios cines, un salón de bodas y una sala de billares.
Cuando éramos pequeños, todos los primos íbamos gratis al cine.
Había veces que veíamos la misma peli en las 2 o tres sesiones.
Le gustaba pasear en bicicleta y llevaba sus nietos al colegio.
Atanasio ya no estará en Consuegra cuando yo vuelva este verano.
Quizá esté tirando unos penaltis con Lisardo.
Atanasio seguirá existiendo en todos nosotros (los Ortiz) que llevamos su energía y su sangre.
Un abrazo enorme para toda mi famila.
Os quiero y os echo mucho de menos a todos.

A la izquierda Atanasio Ortiz y su mujer Eulalia (a que se parece a Gómez Adams?)

Atanasio en sus últimos años
Atansio usaba el seudónimo de Zitro (Ortiz al revés) para no ser reconocido por su padre en las alineaciónes de los equipos.